Delegación brasileña: Mariana Monteiro Crespo, Marcelo Sebastião Sá Santos y Marcio Antônio da Silva
Resumen
Ante la evidente importancia de la cuestión del cambio climático en Brasil y en el mundo, el presente texto tiene como principal objetivo explicar la participación de Brasil en el tema. Esto, a su vez, marca la proporción internacional, atrayendo la atención gubernamental de varias naciones y especialistas para debatir y comprometerse a combatir la degradación del medio ambiente, a través de políticas y acciones destinadas a reducir los daños al ecosistema, causados especialmente por el mal uso de los recursos naturales y las emisiones de gases de efecto invernadero a gran escala. Así, este estudio presenta en detalle algunas de las principales políticas consideradas por Brasil a favor de la reforestación y el control de los gases contaminantes, que han traído resultados positivos a corto y largo plazo para que la sociedad y las generaciones futuras puedan disfrutar de una calidad de vida alineada con la sostenibilidad.
Introducción
El desarrollo económico de los países aliado a una preocupación global en términos de sostenibilidad ha sido la agenda de importantes discusiones gubernamentales en el escenario internacional. En el caso de Brasil, por ejemplo, es recurrente el tema que se refiere a la lucha contra el cambio climático y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto se debe a la postura participativa del país en asuntos de interés internacional y a su privilegiada composición territorial en términos de biodiversidad y recursos naturales, que, a su vez, requieren una gestión eficaz de la explotación de sus áreas verdes. En este contexto, Brasil inicia sus esfuerzos en la inversión de políticas públicas y acciones para promover también el desarrollo de una conciencia ambiental, importante para el logro efectivo de resultados positivos en el control de la situación climática actual en el país y en el mundo.
Dicho esto, y como también afirma Paul Little, la combinación de la aplicación de políticas públicas y de la legislación brasileña sobre sostenibilidad y medio ambiente, junto con la inserción de la conciencia ecológica en la población, permite comprender mejor las acciones destinadas a avanzar en la preservación del medio ambiente en Brasil y en la lucha contra el cambio climático (PAUL LITTLE, 2003). En este contexto, es evidente que Brasil ha asumido importantes compromisos frente a este tema, desde su participación efectiva en tratados internacionales – Acuerdo de París en 2015, Tratado Ambiental de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) y otros – hasta los diversos proyectos de los que el país establece sus directrices y metas para alinear el crecimiento económico y la sostenibilidad, a través de políticas de reforestación y regulación de las emisiones de gases de efecto invernadero, por ejemplo. Así, en relación con los proyectos y las principales políticas implementadas por Brasil en la lucha contra el cambio climático y otros daños causados por la contaminación, destacan los siguientes:
Plan Nacional de Recuperación de la Vegetación Nativa (PLANAVEG)
La Política Nacional de Recuperación de la Vegetación Nativa (PLANAVEG) es el principal instrumento para la ejecución de la Política Nacional de Recuperación de la Vegetación Nativa (PROVEG), esta última, que, como su propio nombre explica, busca promover políticas públicas de reforestación y recuperación de áreas verdes devastadas en el territorio brasileño (FUN- DAÇÃO RENOVA, 2013). Dicho esto, el Planaveg, lanzado por el gobierno de Brasil el 14 de noviembre de 2017, pretende básicamente ampliar y poner en práctica, importantes medidas, que van desde la promoción de la conciencia ecológica en la sociedad hasta la implementación de acciones efectivas para la recuperación de los bosques, logrando así el cumplimiento de las metas establecidas por el gobierno federal de cara a la lucha contra el cambio climático. Entre estos objetivos principales, destacan las acciones para la recuperación de un mínimo de 12 millones de hectáreas hasta el año 2030 y la reintegración general y a gran escala de la vegetación nativa en Brasil.
Los incentivos a las políticas públicas establecidos por el Planaveg como la promoción de buenas prácticas agrícolas, el uso consciente de los recursos naturales y los espacios ecológicos, por ejemplo, ponen de manifiesto el interés y la importancia de fomentar la participación social en los proyectos de restauración ambiental (BELEI, 2015). En otras palabras, la difusión de una conciencia ecológica promete, junto con la aplicación del referido plan nacional, acelerar los avances en la consecución de los objetivos citados anteriormente y combatir los daños causados por la destrucción del ecosistema, es decir, el cambio climático y las emisiones excesivas de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
En este sentido, la política del Planaveg propone un proceso de recuperación de la vegetación nativa a largo plazo, es decir, consta de una duración inicial de 20 años desde su creación, pasando por constantes revisiones de objetivos y acciones estratégicas desde entonces, con el fin de mejorar su funcionamiento y acelerar los resultados. En estos 20 años, por lo tanto, se espera que la política del Planaveg contribuya directamente a la regulación climática local y también a la economía brasileña, ya que la recuperación de áreas nativas degradadas tiene la capacidad de promover la generación de empleos y riqueza, especialmente en el procesamiento consciente de productos forestales.
Finalmente, en cuanto a los impactos del referido plan nacional en el ámbito del cambio climático, es evidente que las acciones de reforestación tienen un potencial relevante en la captura y almacenamiento de carbono, contribuyendo al control de los efectos nocivos generados por la emisión de gases contaminantes en la atmósfera. Además, el aumento de la biodiversidad, como resultado de las medidas de recuperación de la vegetación, también favorece la estabilidad del ecosistema frente a los cambios de temperatura en la Tierra. En otras palabras, Planaveg realiza esfuerzos en ejes estratégicos, a saber: la promoción de una conciencia ecológica a los ciudadanos, explicando sobre los principales beneficios de la recuperación de la vegetación nativa, el fomento del desarrollo económico a través de la comercialización consciente de los productos y servicios generados por la restauración de espacios verdes previamente degradados, y el aumento de la escala de las inversiones y la investigación sobre el uso de tecnologías para innovar la eficiencia de los métodos de reforestación.
Política Nacional de Cambio Climático (PNMC)
En continuidad con la consecución de las metas establecidas por Brasil ante los tratados y acuerdos internacionales relacionados con el área de medio ambiente, como por ejemplo, en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) en 1994, Brasil sigue actuando a favor del desarrollo de políticas públicas dirigidas a la sostenibilidad y al combate del cambio climático. En este contexto, a través del Decreto 6.263 del 21 de noviembre de 2007, se creó la Comisión Interministerial de Cambio Climático (CIM) que, a su vez, trabajó en la elaboración del Plan Nacional de Cambio Climático (PNMC), plan que posteriormente fue propuesto por la Ley 12.187 del 29 de diciembre de 2009 (PLANALTO, 2009).
A nivel interno, Brasil tiende a obtener grandes ganancias con la propuesta de nuevos compromisos en el plan nacional sobre el cambio climático, en el que se dio un fortalecimiento gradual de la gobernanza climática del país, la seguridad jurídica y la fiabilidad internacional. Mientras tanto, los mercados nacionales se encuentran con niveles de demanda igualmente incrementados, imponiendo nuevas acciones y resultados relacionados con el tema del cambio climático. La actualización del plan nacional establece, especialmente, incentivos para el aumento de los negocios ambientales y sostenibles, destacando la agricultura de baja emisión de carbono y las energías renovables que pueden, en consecuencia, evitar la deforestación de la vegetación nativa en Brasil. Las nuevas metas también apuntan a aumentar los ingresos de las organizaciones que invierten en la rama ambiental, y de los productores rurales, siguiendo así la normativa legal PL 6539/2019, que, a su vez, modifica la Ley 12.187/2009 que instituyó el PNMC, para actualizar dicho plan nacional con los nuevos compromisos establecidos en el Acuerdo de París en 2015.
El proyecto de ley 6539/2019, por lo tanto, que actualiza la Política Nacional de Cambio Climático (PNMC), se basa en la propuesta establecida por Brasil para neutralizar hasta el 100% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. Este proyecto ha venido innovando y firmando compromisos serios relacionados con la preservación del medio ambiente, además, las NDC’s (Nationally Determined Contributions) que son las directrices establecidas por los países firmantes del Acuerdo de París (2015), deben adoptar metas más estrictas y ambiciosas con base en los resultados que se están contemplando a lo largo de los años, buscando acelerar el cumplimiento de las metas de reducción de emisiones de gases y control de las cuestiones climáticas (SENADO FEDERAL, 2021). Por lo tanto, la proyección de una reducción de las emisiones de gases es firmada no sólo por Brasil, sino también por varios otros países que firmaron el Acuerdo de París y tales compromisos.
Mercado de carbono regulado:
En 1992, con la creación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), más precisamente durante la ECO-92, en Río de Janeiro, se inició el Mercado de Carbono. Así, en 1997, en una de las reuniones realizadas en Kyoto, Japón, se determinó que los países signatarios debían asumir rigidez en la reducción de las emisiones de gases, lo que consecuentemente agravó el efecto invernadero (IPAM Amazônia, 2022).
El Mercado de Carbono fue debatido en la 26ª Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP 26, que tuvo lugar en el año 2021. En el Acuerdo de París, más precisamente en el artículo 6, prevé la implementación del Mecanismo de Desarrollo Sostenible (MDS), con cierto objetivo de consolidar un mercado global de carbono, donde hasta 2012 se consideraba evidentemente el Protocolo de Kioto, en el que se utilizaba un crédito denominado Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL).
La propuesta de decreto 11.075, que fue publicada en mayo de 2022, presenta un marco de innovación y modernidad en los procedimientos para la elaboración de Planes Sectoriales de Mitigación del Cambio Climático, donde tuvo como objetivo debatir el Mercado Regulado de Carbono.
El Mercado de Carbono es uno de los puntos estratégicos para la reducción de la eficiencia en carbono, y para una economía baja en carbono, en el que se engloban cuatro pilares: Mercado de Carbono, Conservación de Bosques, Economía Circular y Transición Energética. Esto resalta que el cambio climático está relacionado con el mercado de carbono, y con su reducción, el medio ambiente gana ventajas a nivel global.
Consideraciones finales
Los problemas medioambientales siempre han existido, el hombre es un ser heterótrofo y, por tanto, extrae de la naturaleza la materia prima para su subsistencia sin preocuparse del medio ambiente (MORAES, 1994). Y en las últimas décadas, este problema ha adquirido proporciones aterradoras, y sus consecuencias para la humanidad han llamado la atención de los especialistas en la materia y de las autoridades gubernamentales. En este contexto, con la realización de este estudio se pudo observar que hay mucho por hacer, se comprueba que el cambio climático ha alterado totalmente los fenómenos de la naturaleza en todo el mundo, ya sea en forma de aumento de las lluvias fuera de temporada, inundaciones, aumento acelerado de la temperatura y otros, lo que ha comprometido la salud y la vida humana.
Ante esta situación, Brasil reconoce la importancia de los acuerdos internacionales en materia de cooperación global en la lucha contra el cambio climático y también muestra sus esfuerzos en el desarrollo de políticas gubernamentales para identificar y corregir los cuellos de botella que contribuyen a la destrucción del medio ambiente, buscando avanzar en el control de la situación climática del país. Sin embargo, se comprueba que es necesario mejorar aún más las políticas mencionadas en este texto, para actuar de forma estratégica y revertir lo antes posible la situación actual de cambio climático y aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero en Brasil y en el mundo. Además, también es necesario invertir en la propagación de una cultura ecológica y de concienciación a la población, transmitiendo conocimientos básicos sobre los daños ambientales, ya que Brasil tiene una de las mayores coberturas de vegetación del mundo, es decir, el cuidado y los conocimientos sobre el tema deben ser aún mayores.
Este estudio también permite identificar que a pesar de la existencia de legislaciones brasileñas a favor de la preservación del medio ambiente, estas no son únicamente suficientes para evitar los desastres ecológicos que enfrenta el país, ya que actualmente, el desarrollo económico y el
desempeño de las grandes empresas sin la alineación de las cuestiones de sostenibilidad, contribuyen directamente al aumento de la deforestación, los incendios y la contaminación, también causada por las emisiones excesivas de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Finalmente, la legislación ambiental junto con las autoridades gubernamentales brasileñas realizan esfuerzos constantes en la ejecución de las políticas explicadas en el texto, como el Plan Nacional de Recuperación de la Vegetación Nativa (Planaveg), la Política Nacional de Cambios Climáticos (PNMC) y otros proyectos y desafíos nacionales e internacionales, como, los avances en los estudios sobre el mercado regulado de carbono, las acciones de reforestación y la integración de la sociedad en los procesos de recuperación ambiental. Todas estas medidas tienen como objetivo tomar el control y mitigar los efectos nocivos de los problemas medioambientales en forma de cambio climático y calentamiento global.
Referencias bibliográficas
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